Llega la primavera y aunque no estemos usando tanto el coche como otros años, por la Pandemia, no debemos descuidar algunas precauciones. Mantener al día nuestros vehículos nos permitirá alargar la vida útil de sus componentes y disfrutar más al volante.

Somos muchos los que por inercia, por las prisas del día a día o por olvido, descuidamos algunas medidas de seguridad que conviene hacer tras el paso del invierno y el comienzo de la primavera. Hoy os aconsejamos algunos tips para cuidar vuestra casa con ruedas o vehículo en primavera:

Batería: como sabréis el invierno puede hacer estragos en algunos vehículos, que duermen al aire libre o en climas extremos. Si revisamos la carga de la batería nos ahorraremos disgustos y pinzas. Si el piloto de la batería se enciende en un coche moderno, conviene acercarse a un taller si enciende el coche, para asegurarnos, antes de un fallo grave.

Pastillas de freno y discos: las bajas temperaturas y también la humedad pueden afectar a las pastillas de los frenos. A veces pueden sufrir pequeñas humedades, que expuestas a bajas temperatura hacen que cristalicen. Esto genera un ruido molesto al frenar en algunos vehículos, que es lo de menos. Lo de más, es que ese endurecimiento pueda impedir una frenada de emergencia. Por ello, revisar los frenos cada 15.000/20.000 kilómetros puede ser recomendable.

Para alérgicos y vehículos y autocaravanas que lleven mucho tiempo «guardadas» en garaje (sin moverse) o expuestas al polen… recomendamos revisar filtros. Estar en un garaje junto a otros vehículos acaba dejando un montón de partículas contaminantes en el ambiente. Igualmente, el polen que aparece ahora en primavera puede afectarnos si tenemos una alergia o también si somos sensibles. Así revisar el filtro antipolen o filtro del habitáculo nos permitirá viajar mejor y con mejor calidad del aire interior.

Otros elementos de climatización: de la misma manera, si cambiáis el filtro, revisad, que nos os cuesta nada, otros elementos de la climatización del vehículos para no tirar el dinero. El evaporador y el ventilador pueden coger malos olores si en invierno, la suciedad se ha adherido a los conductos. Os recomendamos una pequeña limpieza del climatizador si cambiáis el filtro, para que realmente el tiempo y la inversión tenga impacto.

Escobillas: el otoño y el invierno puede depositar muchas hojas, tierra, y microelementos en nuestras escobillas. Normalmente «lo grande» se eliminar con activarlas un poco y echar un poco de agua que acaba haciendo que la suciedad se deslice y se vaya eliminando. No obstante si veis que el trazado de las escobillas no es el que era, que hace ruido, arrastra tierrilla, o deja surco… conviene limpiar bien esas escobillas y mirar su desgaste.

Luces: algunos faros que tengan microfisuras pueden llegar a quedarse opacos o a retener humedad. Esto se debe a que las fisuras no las notamos en verano pero en invierno, con lluvias y nieve, pueden meterse y con el calor del vehículo y la condensación pueden aparecer faros que quedan con gotitas. Lo ideal es revisar esos faros. Ver si la humedad tiene vía de salida, y si en el taller nos lo pueden sellar o hay que cambiarlos. Los faros son importantes en muchos momentos en la carretera. La seguridad ante todo, si no van a poder usarse o puedes deslumbrar o no alumbrar bien, toca echarles un vistazo e invertir.

Fuente: Canarias7.es

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