Además de la libertad que te regala viajar en autocaravana, lo mejor del turismo itinerante es el compartir tu pasión con aquellos que, como tú, ven esto como una forma de vida. Viajar en autocaravana sirve de excusa para hacer amistades y estrechar lazos con aquellos que viajan con la casa a cuestas. Si a este plan le sumas cultura, arte y gastronomía, el resultado sólo puede ser perfecto. Esto precisamente es lo que han pensado los integrantes del grupo de autocaravanistas jubilados que del 3 al 11 de diciembre se reúnen en Alcázar de San Juan (Ciudad Real) para disfrutar de unos días de convivencia y actividades con las autocaravanas como auténticas protagonistas.
El Ayuntamiento ha permitido a los asistentes pernoctar en el recinto ferial. COORDENADAS GPS: N 39*23`17.52´´ W 3*13´12.1« No faltarán grifos de agua ni servicios públicos, y podrán vaciarse las aguas grises a sólo 200 metros en el área de autocaravanas. La finalidad del encuentro es disfrutar de unos días con aquellos que comparten tu misma pasión y dar voz a este tipo de turismo que cada día gana más adeptos. Además aprovecharán esta quedada para aportar su granito de arena a la sociedad y demostrar que los autocaravanistas también son personas solidarias. Se entregará un kilo de alimentos para Cruz Roja y Cáritas por cada autocaravana o caravana. Se admitirán también ropa y juguetes en buen estado.
Las visitas se realizarán de los días 7 a 9 de diciembre para que puedan asistir los compañeros que hagan puente.
El día 7 a las 15 horas visitarán a los asistentes los medios de comunicación locales y representantes del ayuntamiento de Alcázar de San Juan, Cruz Roja y Cáritas.
Ya el día 8 tendrá lugar la visita a Campo de Criptana, Molinos, El Toboso, la casa de Dulcinea y Belmonte.
La estampa más sobresaliente de Campo de Criptana son sus molinos de viento, que atesoran una fama mundial por ser los que inspiraron a Miguel de Cervantes para narrar la aventura más famoso de la literatura universal: la de Don Quijote contra los ‘gigantes’. Entre el conjunto de molinos, se encuentran los tres únicos de la península Ibérica que conservan la estructura y maquinaria original del siglo VXI: Infanto, Burleta y Sardinero. Después, los autocaravanistas visitarán El Toboso, que también debe su fama y principal atractivo a la novela cervantina. Dulcinea nos abre camino entre las calles, que tienen inscripciones de la novela, como si una gimcana se tratase para llegar a la que se supone su casa, uno de los centros neurálgicos de este pueblo. Por último, se pondrá rumbo a Belmonte para conocer también su castillo. A sus pies, la villa rinde pleitesía al edificio que lo identifica y corona su estampa. Entre las casas y las calles, el rumor de los siglos nos muestra la iglesia de la Colegiata que le disputa su liderazgo de piedra y cultura.
Mientras, el día 9 los autocaravanistas jubilados pondrán rumbo a Tomelloso, Argamasilla de Alba y la cueva de Medrano.
Tomelloso, enclavado en pleno corazón de La Mancha, forma parte de La Ruta del Quijote y podrás respirar tradición y cultura por los cuatro costados. Se aprovechará para visitar el Museo del carro y aperos de labranza. De aquí se pondrá ruta a Argamasilla, la famosa ciudad de la que Miguel de Cervantes no quiso acordarse y en la que podrán conocer la cueva de Medrano. Aquí se encuentra la celda que, según la tradición, ocupó Cervantes y donde se creó la mayor historia jamás contada.
El resto de los días los autocaravanistas que acudan a la quedada podrán aprovechar para compartir experiencias y visitar Alcázar de San Juan, localidad que se ajusta al perfil de los típicos pueblos manchegos con importantes casas solariegas de los siglos XVII al XIX y algunos molinos. Por su parte, el casco urbano se dispone en torno a la plaza de Santa María. Destaca el palacio del Gran Prior de los Hospitalarios, que conserva el torreón, declarado Bien de Interés Cultural, y la capilla palacial, de estructura almenada y ventanas góticas. Entre los edificios religiosos sobresalen la iglesia de Santa María la Mayor, de origen románico y que aún mantiene el ábside semicircular, la parroquia de Santa Quiteria, de los siglos XVI y XVII, la iglesia de San Francisco, gótica de transición, la de la Santísima Trinidad, con portada barroca, y el convento de Santa Clara o de la Concepción. En Alcázar de San Juan también se encuentra el Museo Casa del Hidalgo, donde se puede descubrir cómo era la vida de los hidalgos que inspiraron a Miguel de Cervantes cuando creó el personaje de Don Quijote de La Mancha.
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