Todos nos lo hemos planteado alguna vez: ¿hotel o camping? Seguramente haya disparidad de costumbres, gustos y opiniones. Muchos optarán por lo de siempre, pero si eres de los que buscan unas vacaciones diferentes, tu opción es el camping. Existen muchos y cada uno ofrece cosas diferentes. ¡Saca esa idea que tienes en la cabeza de bichos, incomodidad, baños sucios e instalaciones cutres! Todo lo que necesitas para unas vacaciones perfectas está en el camping, y sino sigue leyendo.

Contacto continuo con la naturaleza: es un auténtico privilegio despertarse cada día escuchando el trinar de los pájaros. Y poder desayunar, comer y cenar al aire libre con vistas al mar o a las montañas, aprovechando las cálidas temperaturas del verano que no necesitan de chaqueta para irse a la cama mirando las estrellas. Olvídate de atascos, colas y aglomeraciones, y vete preparando la hamaca porque si eliges camping, eliges naturaleza, relax y descanso.
Comodidad: vale, nadie va a hacerte cisnes con toallas para dejarte en la caravana o la tienda de campaña, pero tampoco lo vas a hechar de menos. No hagas caso a ese mito que existe sobre la incomodidad en el camping. Puedes elegir la opción en la que más cómodo estés, y ya casi todos incluyen cabañas por si todavía no te has animado al mundillo de las caravanas. Y sí lo que quieres es descansar y tumbarte vuelta y vuelta, olvídate de cocinar porque ya todos tienen restaurantes, en los que los platos no tienen nada que envidiar a los de ningún hotel.
Economía: indudablemente, es una de sus principales ventajas. Es cierto que hay algunos en los que los precios se disparan, pero también que el dinero que te ahorras es considerablemente mayor que el que ahorrarías de elegir un hotel. Además, el hecho de poder comprar y cocinar tu propia comida cambia por completo el presupuesto del viaje, incluso poniéndose en la situación de encontrar una ganga de hotel. Lo mismo ocurre cuando te apetece tomar un café o beber un refresco, que podrás prepararte tu mismo sin necesidad de tener que pagar por él en uno de los caros chiringuitos de playa.
Perfecto para familias: los niños disfrutarán de un entorno natural adaptado para ellos, en los que los padres no tendrán que preocuparse de los peligros de los coches y en los que ellos jugarán y se divertirán en contacto con la naturaleza. Además, no faltarán actividades en las que compartir vivencias y experiencias con el resto de niños, lo que aumentará su capacidad de socialización.

Programa de actividades: ya no solo los hoteles te tienen desde las 9 de la mañana a las 9 de la noche bailando y haciendo gimnasia en la piscina, te aseguramos que en el camping tampoco vas a aburrirte. Y lo que es mejor, el programa de actividades es tanto dentro como fuera del camping. Según donde se encuentre, tendrás opción de practicar buceo, senderismo, rutas en motos de agua o deportes de aventura, entre muchos otros.
Libertad: sin duda, la parcela ofrece mucha mayor libertad que cualquier habitación de hotel, pero este no es el único punto donde la flexibilidad puede apreciarse. Lo relativo a las horas de entrada y salida también varía distante. Mientras que en el hotel suelen estar marcadas y ser muy estrictas, en el camping pasa todo lo contrario, donde puedes llegar y marchar en cualquier momento.
Amigos de los animales: pensar que hacer con nuestras mascotas durante las vacaciones es algo que acarrea muchos dolores de cabeza, por eso en este caso el camping se convierte en la mejor opción. No tendrás problema en llevártelos contigo y además serán siempre bienvenidos.

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